Figma, que comenzó como una startup dedicada al diseño colaborativo en la nube, se consolidó discretamente como una compañía pública independiente de gran relevancia tras el fallido intento de adquisición por parte de Adobe por 20.000 millones de dólares. Aunque los reguladores bloquearon finalmente la operación, este suceso reafirmó tanto el valor de mercado como el potencial de Figma.
En el momento de su salida a bolsa, la capitalización bursátil de Figma superó los 60.000 millones de dólares, para después corregirse hasta situarse actualmente en torno a los 40.000 millones. Las empresas SaaS de alto crecimiento suelen registrar oscilaciones significativas en el precio, lo que no implica necesariamente problemas subyacentes. Por el contrario, los pilares fundamentales del producto, el modelo de negocio y la estructura financiera de Figma continúan siendo sólidos.
Muchos ven Figma como una simple herramienta de diseño. Sin embargo, es una plataforma integral en la nube pensada para el diseño, desarrollo y colaboración en productos digitales. Desde sus funciones iniciales de diseño de interfaz de usuario hasta FigJam y Dev Mode, Figma está expandiendo su ecosistema hacia la creación de presentaciones y sitios web. Esta integración transversal permite a los usuarios diseñar prototipos, colaborar con ingenieros y presentar documentos, todo en una sola plataforma. Además, los usuarios pueden adaptar sus flujos de trabajo gracias a miles de plugins disponibles, aumentando el grado de implicación y facilitando la conversión de usuarios gratuitos en clientes de pago.
En el primer trimestre de 2025, los ingresos anualizados de Figma superaron los 900 millones de dólares, obteniendo una utilidad neta de 45 millones. La compañía mantiene un margen bruto del 88% y un margen operativo del 17%. Su Retención Neta de Ingresos alcanza el 134%, reflejando una significativa actividad adicional de venta entre sus clientes existentes. Con una capitalización bursátil equivalente a unas 200 veces la relación precio-beneficio estimada y 44 veces la relación de ingresos futuros, la valoración de Figma supera con creces el promedio sectorial. No obstante, si la comparamos con gigantes como Adobe (con una relación precio-beneficio estimada de 15,9), el rápido crecimiento y la elevada retención de Figma pueden justificar su valoración premium.
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Figma sobresale como referente en diseño y colaboración. Su capacidad de innovación y la sólida demanda de mercado le confieren una base estable. Aunque su valoración actual puede resultar elevada, el fuerte crecimiento de ingresos y la alta retención de clientes evidencian un considerable potencial de desarrollo. Para tomar decisiones de inversión acertadas, los inversores deben seguir de cerca tanto la evolución de su valoración como la volatilidad del mercado.